Esenciales de la
lectura
Suele decir un colega mío, "La lectura es el ‘sine qua non’ de su educación universitaria". Ya que estás aprendiendo todas esas palabras nuevas y bonitas, aquí te traducimos esas palabras del latín: quieren decir "sin eso, nada," es decir, sin lectura no hay educación universitaria. La lectura es la columna vertebral de tu educación; en realidad, sin ella no puedes obtener grado de universidad. En la comunidad universitaria, leemos para analizar, discutimos y escribimos sobre toda clase de textos. Tú, tus compañeros de clase, los estudiantes de tercer y cuarto año, estudiantes posgraduados y profesores, todos nos dedicamos al pensamiento analítico y evaluativo, que quiere decir sobre todo, al la lección y a la composición escrita.
Ya has aprendido que tienes que dominar un nuevo vocabulario, desarrollar nuevas estrategias de lectura según el propósito de la lectura, y leer entre 250-300 páginas por semana, a veces más. Y lo cierto es que eso se aumenta aun más ya para tu tercer año de universidad y después, así que tienes que afinar tus habilidades de manejo de tiempo. Tu futuro está repleto de lectura académica.
Dicen algunos estudiantes que cuando lean luego luego se aburran, y que solo recuerden y pueden usar lo que han leído siempre y cuando la materia les resulta interesante. Nuestro consejo es, entonces, ¡a desarrollar un interés vivo en las materias que tienes que estudiar! Tienes compromiso con tu educación universitaria, que quiere decir no solamente que tendrás que estudiar muchos temas a fondo, pero además que vas a adquirir un amplio rango de conocimientos. Recuerdas que no naciste para estar aburrido por la historia o para estar confundido por la química. Escoges tú mismo tus propios intereses, así que escoja estar interesado. ¿Quién sabe qué vas a descubrir?
La lectura académica: juego nuevo, reglas nuevas
La lectura universitaria es una tarea nueva a nuevo nivel, aun para los de Uds. que ya son muy buenos lectores. Vamos a considerar los distintos propósitos por leer. Casi todos Uds. se han dedicado a la lectura por gusto, incluyendo a las novelas de misterio, romance, y todo lo que se lee para la diversión nada más. Ya puedan haberse dedicado algunos de Uds. a la lectura seria, y mientras pueda ser que estén más preparados que los demás para la lectura académica, todavía van a tener que realizar algunos reajustes. Para comenzar, a nivel universitario tendrás que escribir sobre lo que has leído y aprendido, y sobre los nuevos entendimientos que has encontrado, desde los últimos avances médicos hasta una nueva traducción de Platón. Siempre quedan estrechamente ligadas la lectura y la composición escrita.
La segunda categoría de lección que ya conoces sin duda, la de repasar un texto para sacar datos importantes, te puede resultar muy útil si se aplica en situaciones apropiadas. Sin embargo, la utilizan demasiados estudiantes con fines de evitar a la lectura. Cuando repases los libros buscando datos (nombres, fechas, puntos claves), estás tratando de no tener que leerlos. Bien lo puedas haber hecho en la prepa con tus libros de texto, leyendo nada más los títulos y las primeras oraciones de uno que otro párrafo del texto. Y en realidad serías una persona extraordinaria si jamás hiciste nada de lectura seria. En algún momento todos hemos sido obligados a leer algún libro u manual de instrucciones palabra por palabra y luego utilizar los datos obtenidos. La lectura académica resulta algo parecido, pero aun más a fondo. Cuando leas al estilo académico tienes que cuestionar lo que lees, meditar sobre lo que quiera decir el autor y sobre si pueden haber mejores alternativas a lo que este te está diciendo el texto, y luego aplicar la información a problemas y situaciones siempre más complejas. La lectura académica te capacita para tener ideas y resulta muy distinto al repaso de un texto, que no es más que un método para buscar datos o información.
La lectura activa.
Cuando un profesor de universidad te pide tu opinión sobre un texto, no quisiera que le digas si te gusta el texto o no. Tampoco te está pidiendo un sumario nada más del contenido literal del texto. Muy al contrario, a ti te toca construir un sentido del texto. En la prepa te entrenaron a buscar el sentido literal o contenido del texto, y luego repetirlo como perico. Pero eso es solamente el primer nivel de la lectura, él de la comprensión. Sí es cierto, que tienes que comprender las ideas principales del texto y sin eso no puedes avanzar a los niveles superiores que te esperan. Pero luego tienes que ir al nivel interpretativo (descifrando inferencias) y el nivel de aplicación, donde usas el conocimiento que has ganado, por ejemplo, para diseñar a un experimento de biología después de haber leído el texto.
El sentido del texto no reside en la persona del profesor, ni mucho menos en el libro de texto; el sentido reside en ti. Es por eso que en la universidad también tienes que meditar sobre tu propio proceso de aprender, y cambiar tu actitud de ver a una materia determinada como un juego discreto de datos. Es como la traducción, pero aun más poderoso: tienes que apoderarte de los conocimientos y hacerlos tuyos.
El proceso de la lectura
¿Has oído decir algo sobre el proceso de la lectura? (No te preocupes si todavía no te han hablado de él. Muy pronto lo harán) Resulta muy parecido a las etapas del proceso de la composición escrita (prescribir, escribir un borrador, revisarlo, corregirlo). ¿Qué es lo que haces cuando lees? ¿Agarras un libro y lo lees de comienzo a fin? Sirve muy bien eso para la lectura de diversión, pero para la lectura académica hacen falta varias otras etapas más. Lo bueno es que si sigues a pie de la letra el proceso de lectura indicado abajo hasta sales ahorrando tiempo.
Etapa 1: Vistazo preliminar / repaso—Leer títulos, ver organización del libro
Etapa 2: Preguntas y Previsiones—Transformar títulos en preguntas
Etapa 3: Monitorear Comprensión—Leer, crear imágenes mentales mientras leas
Etapa 4: Leer de nuevo y anotar—Marcar vocabulario, subrayar ideas principales, anotar preguntas y dudas
Etapa 5: Ensayar y Recordar—Pronunciar conceptos claves a voz alta; resumir
Este es un modo sencillo de leer de una manera analítica, y también te ayuda recordar la información.
La primera etapa es la de echar una sobrevista al capítulo u sección que tienes que leer. Basta hojear las páginas y leer solamente los títulos y ver los retratos y gráficos. En un libro de texto es muy fácil hacer esto, y así se te ofrece una idea general de lo que viene. Resulta más difícil hacerlo con un libro u artículo que no se divide en secciones como un libro de texto, pero un vistazo rápido siempre te ofrece una idea general del contenido.
Segundo, hazte un mapa o una lista de tareas, prediciendo las preguntas que vayas a tener que contestar sobre el contenido del texto. Si dice un titular, "Nuevas opciones en los métodos de conservación del agua," una pregunta posible será "¿Cuáles son algunos de los últimos descubrimientos en el ramo de la conservación del agua?" Puedes aplicar este mismo método a la información gráfica así como a las tablas.
Tercero, comienzas a leer en verdad. No has de marcar mucho en el texto; la primera vez todo es nuevo y todo te parece de suma importancia. No lo es. Has de monitorearte preguntándote constantemente a ti mismo si de veras comprendes lo que estás leyendo. Si lo puedes "ver" en la mente, si puedes transformar la información y las ideas del texto en retratos o imágenes mentales, eso significa que a lo mejor sí lo estás entendiendo todo. Pero si no ves nada más que un charco oscuro de lodo, vuelva intentarlo de nuevo. Estos retratos mentales son parte de lo que vas a recordar después, cuando te toca utilizar la información en un examen o informe.
Cuarto, lees todo el texto asignado de nuevo. Ya que has tenido oportunidad para absorber lo que has leído y para meditarlo bien, será más fácil determinar lo que tienes que subrayar y marcar. Anota (escriba en los márgenes del texto mismo) las definiciones de términos nuevos, tus ideas sobre lo que quiere decir el autor, tus reacciones a la información presentada, etc.
Finalmente, cierra el libro y recuerda en la mente lo que acabaste de leer. Pronuncia [o discuta con otros] a voz alta las ideas principales y puntos principales. Si no puedes recordar alguna parte determinada del capítulo, pues esa es la parte que tienes que volver a leer. Con hacer esto, encontrarás que has leído y analizado a fondo el texto, y vas a descubrir con gusto que lo tienes firmemente en la memoria. Así es que cuando te llegue el momento de prepararte para el examen, todo lo que te queda hacer es revisar tus anotaciones y tus anotaciones para ver si todavía puedes contestar todas tus propias preguntas.
Este método de lectura te puede durar un poco más en completar, pero luego vas a pasar menos tiempo preparándote para los exámenes y vas a salir con mejores notas.
Traducido de Borders, Crossing Into Your Future.
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