Hola a todos:
...Me gustaría referirme a ciertas pautas de
quienes participan habitual o esporádicamente en la misma,
vertiendo opiniones históricas o confrontando con otros compañeros.
Digamos que se trata de pautas conceptuales que nada tienen que
ver con el reglamento que rige la lista para conservar el espíritu
y la naturaleza de la misma, reglamento que por otra parte muy
pocas veces leemos con detenimiento (en él se estipula, entre
otras cosas, la privacidad de datos, etc.).
En primer lugar y ya que vamos a dirigirnos a un espectro de gente
que se supone comparte tiempo y espacio virtual durante
determinados momentos del día (o permanentemente si es una banda
ancha), sería ideal que cada autor de un mail lo encabezara con un
gentil, afable y cortés:
"Hola", "Hola a todos", "Estimados compañeros", "Estimadísimos",
"Buen día", "salud", etc.
Lo cortés no quita lo valiente y en una interacción a la distancia
lo menos que podemos hacer es contactarnos cordialmente, sobre
todo cuando no tenemos ojos enfrente a los que mirar.
En segundo término, debemos ser concientes de la importancia de
ser claros a la hora de transmitir una idea. La puntuación es
importante, lo mismo que la posición de cada coma, la escritura de
una frase en mayúsculas (y del significado que eso conlleva), la
ortografía, o las mismísimas expresiones gramaticales e
idiomáticas que pueden ser entendidas en el ámbito dónde vivimos y
no en el que interactuamos. Una expresión coloquial puede resultar
cordial en una latitud-longitud y ofensiva en otra y esto bien lo
sabemos todos. No nos cuesta nada pues analizar lo que escribimos.
Recurramos a sinónimos, antónimos y a todos los "ónimos" que nos
da el lenguaje para perfeccionarnos en el manejo del mismo.
Tercero: No debemos emplear palabras o expresiones hirientes. Si
no compartimos un punto de vista o un mismísimo adjetivo, tengamos
mínimamente la capacidad de expresar nuestra disconformidad con
un lenguaje adecuado o de vuelo.
Cuarto: Existe un antiguo dicho romano que reza: "cuidado
comprador". Y en este punto hay que ser sabio. Cuando el
autor romano expresó esa máxima, lo hizo refiriéndose no solo al
aspecto comercial que se puede inferir a primera de tal frase. No
dijo "cuidado vendedor". El tan citado comprador puede
ser, por ejemplo, el receptor de una idea. Como vendedor, quien
profiere la idea puede ser cualquiera. Cualquiera puede hablar y
eso es lo bueno siempre que se haga sin ofender y diciendo algo
(al menos en la Lista) con contenido lógico y mejor aún con valor
agregado. El comprador/lector en nuestro caso sí debe tener
cuidado. Pero no cuidado de censurar a quien habla sino comulga
con los principios del emisor del mensaje. Sino cuidado de
analizar el mensaje y asimilarlo; cuidado de saber discernir al
momento de evaluar el contenido del mismo. Y cuidado de saber
confrontar una idea con el conocimiento y el basamento debido,
cuando no se comparte un concepto como puede ser el religioso.
Quinto: Cuando solicitamos información debemos al menos reparar en
el tiempo que pierde aquél que prestamente acude en nuestro
auxilio (y que además lo hace desinteresadamente). Escribir para
agradecer puede resultarnos una pérdida de tiempo pero caray, no
seamos egoístas con aquél al que antes se lo quitamos.
Agradezcamos mínimamente el esfuerzo de otro premiándolo con una
muestra de gratitud. ¡Todavía no se paga impuesto por ello!
Sexto: Antes de responder en una confrontación de ideas o
conocimientos debemos primeramente estar informados. Recuerden que
el peor de los enemigos es la ignorancia, ya que nos quita los
argumentos para confrontar en igualdad de condiciones, haciéndonos
reaccionar ciegamente y según nuestros instintos.
Séptimo: Nadie tiene el grado de luminosidad suficiente como para
no poder ser confrontado. Pero si vamos a participar de una
discusión lo hagamos para transmitir y no para imponer.
Octavo: Existen miembros de la lista que son referentes de la
misma. No hace falta mencionarlos y la referencia se la han ganado
largamente. Han aportado tiempo, conocimiento, conceptos y maneras
de pensar que engrandecieron la lista y dieron prestigio a la Web
que nos representa. Han participado con habitualidad jugándose el
nombre y la reputación, sosteniendo una hipótesis o una creencia.
Pero siempre lo hicieron blandiendo la filosa hoja del
conocimiento, del compromiso y de la participación desinteresada.
Muchos de ellos inclusive no comparten entre sí ideologías,
conceptos, preceptos o principios. Pero sus confrontaciones han
sido tan respetuosas que, precisamente, le valieron el mote de ser
"referentes". Cunda pues el ejemplo.
Noveno: Los mails "livianos" siempre son presa fácil de la crítica.
La liviandad es sinónimo muchas veces de falta de compromiso,
inclusive con uno mismo. Si vamos a sentarnos a redactar un mail,
comprometámonos con las consecuencias del mismo (digo, de hacernos
cargo de ellas).
Décimo: cuando cerremos un mensaje tengamos también la delicadeza
de saludar al lector del mismo. A fin de cuentas lo que hacemos es
comunicarnos para conocernos. Un "saludos fraternales", "saludos
cordiales", "atentamente", "hasta luego", o simplemente "chau",
seguido del nombre del emisor es una manera cordial de mantener un
vínculo a la distancia.
Décimo primero: Hace muy poco hablamos de lo difícil que es crear
y lo fácil que es usar lo creado (fue administrar entonces). Soy
conciente plenamente que hoy me encuentro coadministrando un medio
que costó mucho crear. Pero ni por un instante quiero que piensen
que lo hago sin la responsabilidad y el compromiso del puesto. De
todas maneras sería mucho más fácil contar con vuestra
colaboración.
Se podrían escribir varios puntos más pero serían ya matices de
los anteriores. Seamos educados, responsables en lo que decimos,
desinteresados en lo que damos y agradecidos por lo que recibimos.
No cuesta nada.
Saludos animosos y escucho sugerencias siempre que no vengan
revocadas con intolerancia y/o prejuicios.
Guilhem.
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